Las fuentes de financiamiento se dividen en dos tipos principales: internas y externas. Las internas son aquellas que provienen de los recursos propios de la empresa, mientras que las externas son aquellas que se obtienen de fuentes ajenas a la misma.
Las fuentes de financiamiento internas incluyen la reinversión de utilidades, la venta de activos fijos, el aumento de capital social y la disminución de gastos corrientes.
Las fuentes de financiamiento externas se dividen en dos categorías: a corto plazo y a largo plazo. Las fuentes de financiamiento externas a corto plazo incluyen el crédito comercial, los préstamos bancarios a corto plazo, las líneas de crédito y los descuentos comerciales. Las fuentes de financiamiento externas a largo plazo incluyen los préstamos bancarios a largo plazo, las emisiones de bonos y las acciones preferentes.
Es importante que las empresas elijan cuidadosamente sus fuentes de financiamiento y consideren los costos y beneficios de cada una. Además, es importante que las empresas tengan una estructura de capital sólida y equilibrada que les permita alcanzar sus objetivos financieros a largo plazo.
Clasificación de fuentes de financiación.
En el mundo de los negocios, existen diversas fuentes de financiación que una empresa puede utilizar para obtener los recursos necesarios para su funcionamiento o crecimiento. Estas fuentes se pueden clasificar en diferentes categorías, según su origen o características. A continuación, se presentan algunas de las clasificaciones más comunes:
Según su origen:
1. Fuentes internas: son aquellas que provienen de la propia empresa, a partir de sus recursos generados por las operaciones normales del negocio. Ejemplos de estas fuentes son las utilidades retenidas, la venta de activos no esenciales, la reducción de gastos y la mejora de la eficiencia operativa.
2. Fuentes externas: son aquellas que provienen de fuentes ajenas a la empresa, como prestamistas, inversionistas o entidades gubernamentales. Ejemplos de estas fuentes son los préstamos bancarios, la emisión de acciones o bonos, el capital de riesgo y los subsidios gubernamentales.
Según su plazo de devolución:
1. Fuentes a corto plazo: son aquellas que deben ser pagadas en un periodo de tiempo inferior a un año. Ejemplos de estas fuentes son las líneas de crédito, los descuentos comerciales, las cuentas por pagar y los préstamos a corto plazo.
2. Fuentes a largo plazo: son aquellas que deben ser pagadas en un periodo de tiempo superior a un año. Ejemplos de estas fuentes son las hipotecas, los préstamos a largo plazo, las emisiones de bonos y las acciones preferentes.
Según su costo:
1. Fuentes de financiación interna: son aquellas que no implican un costo financiero explícito para la empresa, como las utilidades retenidas.
2. Fuentes de financiación externa: son aquellas que implican un costo financiero explícito para la empresa, como los intereses sobre los préstamos y las emisiones de bonos.
Fuentes de financiamiento internas y externas
En el mundo de los negocios, existen diversas formas de obtener financiamiento para poder llevar a cabo proyectos y operaciones. Dentro de estas formas, podemos clasificarlas en dos grandes categorías: las fuentes de financiamiento internas y las fuentes de financiamiento externas.
Fuentes de financiamiento internas
Las fuentes de financiamiento internas son aquellas que se generan dentro de la propia empresa. Es decir, son recursos que la empresa ya posee y puede utilizar para financiar sus proyectos y operaciones sin necesidad de recurrir a terceros. Algunos ejemplos de fuentes de financiamiento internas son:
- Reservas o retención de utilidades: cuando la empresa tiene ganancias, puede decidir reservar una parte de ellas para utilizarlas en proyectos futuros.
- Amortización de préstamos: al pagar las cuotas de un préstamo, se genera un ahorro que puede utilizarse como fuente de financiamiento.
- Venta de activos no esenciales: la venta de activos que no son necesarios para la operación de la empresa puede generar ingresos que puedan ser utilizados en otros proyectos.
Fuentes de financiamiento externas
Por otro lado, las fuentes de financiamiento externas son aquellas que provienen de fuentes ajenas a la empresa. Es decir, son recursos que la empresa obtiene de terceros con el fin de financiar sus proyectos y operaciones. Algunas de las fuentes de financiamiento externas más comunes son:
- Préstamos bancarios: los bancos pueden otorgar préstamos a las empresas a cambio de ciertas condiciones y tasas de interés.
- Emisión de bonos: las empresas pueden emitir bonos para obtener financiamiento de inversores que estén dispuestos a comprarlos.
- Inversión de capital: los inversionistas pueden invertir capital en la empresa a cambio de una participación en la propiedad o en las ganancias de la empresa.
Para clasificar las fuentes de financiamiento es importante tener en cuenta diferentes criterios, como el origen, la temporalidad y la forma de obtención. Algunas fuentes de financiamiento pueden ser:
- Financiamiento propio: aquel que proviene del capital de los propietarios o de las ganancias retenidas por la empresa.
- Financiamiento ajeno: aquel que proviene de terceros, como préstamos bancarios o emisión de bonos.
- Financiamiento a corto plazo: aquel que se obtiene para cubrir necesidades inmediatas, como el crédito comercial.
- Financiamiento a largo plazo: aquel que se obtiene para proyectos de mayor envergadura, como la emisión de acciones.
Es importante tener en cuenta que cada empresa tiene necesidades y características particulares, por lo que la elección de la fuente de financiamiento adecuada dependerá de diversos factores y requerirá un análisis exhaustivo. Además, es recomendable diversificar las fuentes de financiamiento para reducir el riesgo y tener una mayor estabilidad financiera.