El ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) es una medida que las empresas pueden adoptar para suspender temporalmente el contrato de trabajo de sus empleados debido a situaciones de fuerza mayor o causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
¿Cómo afecta esto al paro? Cuando un trabajador está en situación de ERTE, sigue manteniendo su contrato de trabajo con la empresa, pero su jornada se reduce o se suspende durante un tiempo determinado. Durante este período, el trabajador no está en situación de desempleo, sino que sigue siendo empleado de la empresa.
Por lo tanto, los trabajadores en situación de ERTE no pueden solicitar la prestación por desempleo ni inscribirse como demandantes de empleo en los servicios públicos de empleo. Sin embargo, sí pueden acceder a algunas medidas de protección social, como prestaciones por enfermedad o incapacidad temporal, así como a formación y reciclaje profesional.
Una vez finalizado el período de ERTE, el trabajador vuelve a la situación laboral anterior, y si la empresa decide despedirlo, entonces sí podrá solicitar la prestación por desempleo y darse de alta como demandante de empleo.
Consumo de Paro en un ERTE
Si te encuentras en un ERTE, es importante que sepas cómo afecta esto a tu consumo de paro. El paro es una prestación que se recibe cuando una persona queda desempleada, por lo que si estás en un ERTE, no estás desempleado de forma permanente, sino temporal.
Por lo tanto, durante el tiempo en el que estés en un ERTE, no estarás consumiendo tu paro, ya que no estarás en situación de desempleo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si antes de estar en el ERTE ya habías consumido parte de tu paro, éste seguirá consumiéndose durante el periodo de ERTE.
Además, si el ERTE se prolonga durante un tiempo considerable, puede ser que se agote tu prestación de paro antes de que vuelvas a trabajar de forma habitual. En este caso, tendrás que solicitar una prórroga o una nueva prestación de paro.
Cotización de días de ERTE.
Si te encuentras en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), es importante que sepas que la cotización de los días en los que no se trabaja es diferente a la cotización de los días trabajados. Durante el tiempo que estás en ERTE, sigues cotizando a la Seguridad Social, pero con una base de cotización reducida.
La base de cotización es la cantidad sobre la que se aplica el porcentaje de cotización (que varía según la categoría profesional) para calcular la cotización a la Seguridad Social. Durante un ERTE, la base de cotización se reduce al 70% de la base de cotización anterior al ERTE.
Es importante destacar que los días de ERTE cotizan como días trabajados, pero con una base de cotización reducida. Además, los días de ERTE también se tienen en cuenta para el cálculo de la duración del paro.
Es decir, si has estado en ERTE durante 3 meses, esos 3 meses se sumarán a los meses cotizados para calcular la duración de tu prestación por desempleo.
Recuerda que es importante informarse bien sobre cómo afecta el ERTE al paro y cómo se cotizan los días durante este periodo, ya que puede tener un impacto significativo en tu futuro laboral y económico.
Para entender cómo afecta el ERTE al paro, es importante tener en cuenta que los trabajadores incluidos en un ERTE no pierden su trabajo, sino que se encuentran en una situación temporal de suspensión de empleo o reducción de jornada.
En este contexto, es esencial destacar que los trabajadores afectados por un ERTE tienen derecho a solicitar la prestación por desempleo, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Es importante señalar que el SEPE ha agilizado los trámites para la solicitud de la prestación por desempleo en el contexto de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
En este sentido, es fundamental que los trabajadores afectados por un ERTE realicen la solicitud de la prestación por desempleo lo antes posible para evitar retrasos en el cobro de las prestaciones correspondientes.